Ayuso rectifica su guion para intentar tapar el drama de las residencias atacando a Sánchez: “Gobernaban y murieron 130.000 personas”
Tras un lustro defendiendo que las administraciones no deben echarse en cara los muertos, la presidenta cambia el paso y Más Madrid anuncia que la convocará a la investigación del Congreso sobre contratación sanitaria

El miércoles, cuando Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, acude a la inauguración de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO, ahí le espera una instalación que es un grito, una queja, arte hecho de sufrimiento: 7.291 se lee un número colgado en el aire en recuerdo de los fallecidos en las residencias madrileñas durante la pandemia. Un día después, este jueves, en la Asamblea, el mismo número vuelve a perseguir a la baronesa, tan asediada por la tragedia que opta por un cambio de estrategia. Si hace una semana Ayuso dejó entrever que esta polémica la hace perder pie como ninguna otra (”siempre con las mismas mierdas”, le espetó a la oposición), este jueves usa a los fallecidos como argumento político. Tras un lustro recetando que unas administraciones no se echen en cara a otras los muertos de la pandemia, hace justo eso. Acude al “y tú más”. Y así, Ayuso rectifica a Ayuso cuando le espeta a Mar Espinar, portavoz del PSOE: “Ustedes gobernaban cuando murieron 130.000 personas. ¿Por qué no se tapan un poco?”.
El pleno de este jueves consolida un cambio de dinámica. Sustituido Juan Lobato como portavoz del PSOE en la Asamblea tras la llegada de Óscar López a la secretaría general de los socialistas madrileños, este partido ha recuperado focos en el debate parlamentario. De ello se encarga Espinar, su portavoz, y sobre todo Ayuso, que ha pasado de centrarse en el cuerpo a cuerpo con Más Madrid a ir al cara a cara con los socialistas. Así empieza todo este jueves.
“El otro día, en una entrevista, usted decía que se oponía a que el gobierno asumiera los 23.000 millones de euros de deuda de las Comunidades porque eso era demoler España”, arranca Espinar. “Y se quedó usted tan pichi”, sigue. “Tan pichi como cuando volvió a insistir en que su frase de esas mierdas se refería a los familiares de las víctimas de las residencias”, añade. “Le salió del corazón, dijo. ¡Para eso hay que tenerlo señora Ayuso!”, exclama. Y en su segunda intervención, termina: “(...) Tiene que explicar los pagos a Quirón, los contratos fraccionados en educación, lo que pasó en las residencias, esa montaña de mierda que cada vez le cerca más”.
Ayuso, que a las 10.30, con toda la jornada parlamentaria por delante, abandona el Parlamento, como es su costumbre, escucha la primera intervención de Espinar sin pestañear. Algo hay, sin embargo, en la segunda, que actúa como un resorte, porque se revuelve y contesta.

“Ustedes gobernaban cuando murieron 130.000 personas”, lanza. “¿Por qué no se tapan un poco?”, pregunta. “¿Por qué no se tapan un poco?”, insiste. “130.000 personas”, repite. Aunque Ayuso no especificó el origen de la cifra, el Instituto Carlos III notificó en 2023 124.025 muertes más de las esperadas durante los primeros 30 meses de la pandemia.
Es un giro de guion. Ayuso ya ha intentado repetidamente en el pasado culpar al Gobierno de España de lo ocurrido en las residencias, pese a que las competencias eran suyas, como recordó su consejero de Políticas Sociales, Javier Reyero (Ciudadanos) en una intervención parlamentaria que acabó costándole el puesto. También ha intentado ofrecer datos porcentuales de otras comunidades autónomas para contextualizar los de Madrid. Pero lo que es una rareza, tras un lustro intentando defenderse con el argumento de que no cabía echarse a la cara los muertos de cada administración, pues todos eran españoles, es que haga precisamente eso. Un síntoma, quizás, de que la tragedia de las muertes en las residencias está suponiendo un desgaste personal y político de primer nivel.
Fue entre marzo y abril de 2020 cuando hizo mayores estragos la estrategia diseñada para que los centros médicos no colapsaran por un exceso de afluencia de pacientes. El diario InfoLibre, que analizó las muertes por cualquier causa dentro de residencias madrileñas en esas semanas, las cifró en 7.291. Según un análisis de EL PAÍS, en toda la primera ola (de marzo a junio de 2020) murieron 11.389 mayores que vivían en residencias, de los cuales 8.338 (el 73%) no fueron trasladados a un hospital.
Y esto es lo que se va a encontrar hoy @IdiazAyuso cuando acuda a la inauguración de #ARCO2025 en Madrid.
— Antonio Izquierdo🔴🟡🟣 (@aizquierdo777) March 5, 2025
Ramón Mateos, su autor, no ha quiso que se desvelara la naturaleza de su obra hasta su montaje, ayer por la tarde. pic.twitter.com/7ndD29SfL3
De esos trágicos días tendrá que dar cuenta Ayuso en el Congreso si Más Madrid logra sacar adelante la comisión que ha registrado junto a ERC sobre contratación sanitaria en la pandemia. Así lo anuncia este jueves la portavoz Manuela Bergerot, cuyo partido ha diseñado esa investigación para poner en la diana a la pareja de la presidenta, Alberto González Amador, investigado por la presunta comisión de dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad en documento mercantil. Además, el lunes la Audiencia Provincial dio luz verde a la apertura de una segunda pieza, que afecta a los negocios de la consultora de Amador en 2020 y 2021 con el gigante sanitario Quirón, una empresa que factura anualmente cientos de millones a la Comunidad de Madrid, en este caso centrada en la presunta comisión de los delitos de administración desleal y corrupción en los negocios.
Comisión en el Congreso
Esto dice Bergerot: “La vamos a llamar a declarar a esa comisión. La quironesa [en referencia al grupo Quirón, gigante sanitario que a través de Quironprevención es cliente de la empresa de González Amador y a su vez contrata con el Gobierno regional a través de Quironsalud] no puede faltar. Usted sí es política”.
Así contesta Ayuso. “Podrán enfangar todo lo que quieran”, empieza. “No se preocupe que hablaremos en el Parlamento que haga falta y hablaremos de lo más grande, porque durante la época del señor Illa como ministro de Sanidad se prohibió a las comunidades autónomas contratar material sanitario”, sigue. “También se impidió contratar con el conjunto de Europa y se creó una trama falsa que todavía está arrastrando a distintos ministerios y a sus jefes de gabinete por los juzgados y que se va a llevar por delante algunos de ellos”, asegura. “Entonces, todo lo que hay de la trama de mascarillas, de empresas que ni siquiera se dedicaban a esto y que estamos hablando de pelotazos de más de 200 millones de euros, lo vamos a hablar tranquilamente en el Congreso de los Diputados, dando lo más grande, donde quieran y a la hora que quieran”.
Es una advertencia explícita al PSOE. La comisión propuesta por Más Madrid no tiene aún los votos necesarios para salir adelante. Por el momento tiene que pronunciarse sobre ella la Mesa de la Cámara Baja. Pero tras escuchar a Óscar López abrirse a apoyar la iniciativa, Ayuso desliza ese aviso. Una estrategia ya reconocible: si hay un incendio, correr por delante de las llamas, y extenderlo, antes que apagarlo.
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