Nace la ciudad de la Justicia en Badajoz

El año 2023 ha representado el estreno de la Ciudad de la Justicia de Badajoz. Con una inversión de casi 26 millones de euros, las nuevas instalaciones, de 17.000 metros cuadrados, han supuesto el fin de la dispersión de sedes en Badajoz, acogiendo los 24 juzgados de distintos órdenes jurisdiccionales de la ciudad, así como otros servicios y espacio para futuras ampliaciones.

Las obras de este importante complejo comenzaron en la Ronda Norte de San Roque en el año 2015, al adjudicarse la obra en su conjunto por 15,1 millones de euros, pero la firma promotora entró en concurso de acreedores en 2018 y dejó los trabajos sin finalizar. Después de distintos avatares, la obra pudo reanudarse y finalizarse. La fecha de inauguración inicial era el primer semestre de 2019, pero ha habido que esperar 4 años para ver terminada la obra.

Así y todo, Badajoz dispone desde ahora de unas instalaciones modernas acordes a las necesidades de una ciudad como Badajoz, lo que ha supuesto un salto de calidad en todos los niveles. El pasado 6 de noviembre se celebraron ya aquí los primeros juicios, pendientes de solventar algunos desajustes de funcionamiento como consecuencia de los traslados y con el reto por parte de los funcionarios, profesionales del derecho y ciudadanos de reubicarse en este imponente edificio de cuatro plantas.

Todas las salas de vistas, el Registro Civil y las dependencias de los colegios de Abogados, Procuradores y Graduados Sociales, además de la oficina del turno de oficio, se encuentran en la planta baja. La nueva Oficina Judicial está en la primera planta. Los servicios generales comunes y de ejecución en los que se divide se reparten en salas diáfanas, con puestos de trabajo para los funcionarios. 

También están aquí los juzgados de Menores y Violencia de Género, el Registro Civil y el Juzgado de Guardia. Los primeros se ubican en la segunda planta, junto con los penales, Mercantil y de primera instancia, mientras que el último se sitúa en el sótano. El Juzgado de Guardia tiene acceso independiente y, a diferencia de antes, ahora cuenta con una sala de vistas y dependencias propias, es decir, es el juez quien se traslada y no se ubica en el juzgado al que corresponda por turno estar operativo. En esta misma planta están los calabozos (hay seis) y la zona destinada a la Policía Nacional, también con entrada propia. 

En la tercera planta están los juzgados de instrucción, contenciosos y alguno de primera instancia; y finalmente la cuarta la ocupa la fiscalía.

Juez decano

El juez decano de Badajoz, Emilio García Cancho, ha señalado que con la Ciudad de la Justicia «no solo cambiamos de ‘casa’, se cambia la organización y el sistema de trabajo con la nueva Oficina Judicial, que es lo más importante». Con esta figura, se mejora en todos los órdenes dado que se centraliza la asistencia a todos los juzgados, a través de unos servicios generales comunes (con unos 70 funcionarios) y los servicios de ejecución civil y penal (con una plantilla similar). 

«Es un sistema que agiliza, es más efectivo y optimiza recursos y, al final, el más beneficiado es el ciudadano», ha señalado.

Esta nueva forma de funcionamiento, «que cambia el sistema de trabajo de dos siglos», supone que cada juzgado haya perdido personal, al adscribirse gran parte de los funcionarios a la Oficina Judicial, que ahora soporta gran parte de su carga de trabajo. «Hay que acoplar el trabajo, porque cada uno procede de un juzgado», ha explicado el juez decano, quien insiste en que, como en toda nueva etapa, solo se requiere algo de tiempo para que todo el engranaje judicial esté engrasado.

Las antiguas dependencias judiciales de la avenida de Colón seguirán operativas. Aquí se ubican las dos secciones de la Audiencia Provincial. El diseño original de l Ciudad de la Justicia se reservaba espacio para la Audiencia, pero desde que se realizó el proyecto han sido creados nuevos juzgados que no cabían en la Ronda Norte. La solución no resulta incómoda y, de paso, se le sigue dando uso a unas dependencias del centro de Badajoz que en caso contrario, podrían caer en desuso y acabar deteriorándose.